Determinación y mentalidad de crecimiento: las claves del éxito
Hace poco escribimos sobre el talento y cómo reconocerlo a una edad temprana. El artículo de hoy trata sobre otro rasgo de la personalidad, uno que es tan importante (si no más) como el talento a la hora de determinar el éxito futuro de niños y adultos. Este rasgo es la determinación.
El significado original de determinación, grit en inglés es arena, pequeños guijarros y apretar los dientes durante el esfuerzo. En psicología, el grit se refiere a un tipo particular de resistencia o perseverancia: la que, combinada con la pasión por un objetivo, te permitirá hacer un esfuerzo a largo plazo para alcanzar lo que quieres. La psicóloga estadounidense Angela Ducksworth lleva mucho tiempo investigando el tema: acudió a colegios, universidades, una academia militar y a concursos de ortografía infantil para medir el perfil psicológico de los participantes y tratar de determinar quiénes acabarán teniendo éxito y quiénes abandonarán. Los resultados fueron sorprendentes: la inteligencia medible, el CI, no era un factor decisivo; de hecho, los individuos con mayor CI a veces lo hacían peor. El único rasgo de personalidad medible que podía predecir el éxito o el fracaso en el futuro era la determinación.
El valor también está relacionado con otro par de conceptos: la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento. Estos conceptos proceden de la investigación de la psicóloga Carol Dweck y expresan la actitud subconsciente de una persona hacia la naturaleza de las capacidades y habilidades. Las personas con una mentalidad fija creen que la inteligencia, el talento o cualquier otra capacidad similar es una constante: se nace con un determinado nivel de ella, y ese nivel no cambiará durante la vida. Las personas con mentalidad de crecimiento, en cambio, creen que las habilidades pueden mejorarse, y que puedes llegar a ser más inteligente o más hábil de lo que naciste siempre que estés dispuesto a trabajar para ello.
Esta diferencia fundamental en el pensamiento ya se manifiesta en la niñez, y se puede observar a partir de los 4 años. Determina cómo una persona se relaciona con los desafíos, el éxito y el fracaso; y, de hecho, para trabajar en general.
Si un niño con mentalidad fija falla en una tarea, concluirá que no es lo suficientemente inteligente o talentoso, y que no hay nada que pueda hacer al respecto. Comenzarán a evitar los desafíos: solo intentarán cosas que saben que pueden hacer sin esfuerzo, ya que las tareas más difíciles conllevan la posibilidad de fallar y el sentimiento de inutilidad.
Los niños con mentalidad de crecimiento, sin embargo, instintivamente se dan cuenta de que las habilidades se pueden desarrollar con uso y esfuerzo constantes. Si tienen éxito en algo, buscan una nueva tarea un poco más difícil para poder crecer también. Se atreven a hacer preguntas y pedir ayuda: no lo consideran un signo de debilidad o falta de talento, sino una herramienta que les ayuda a estudiar y mejorar.
Por lo tanto, el camino de los niños hacia el éxito va de la mano con determinación y mentalidad de crecimiento. Todos los padres deben estar haciéndose la misma pregunta: ¿cómo puedo cambiar la mentalidad y el valor de mi hijo? ¿Cómo puede ayudarle a ser más exitoso?
Una cosa útil que puedes hacer es hablar con tu hijo sobre estas dos mentalidades. Explícale cómo piensan las personas de mentalidad fija y y cómo las de crecimiento; qué podemos cambiar nuestra mentalidad y tener un efecto en nuestras propias vidas; y que no estamos definidos por cualquier estado, situación o desempeño que tengamos en este momento. Un experimento escolar ha demostrado que el comportamiento en el aula indicativo de una mentalidad de crecimiento se volvió más común después de que los maestros hablaron con los niños sobre las dos mentalidades. Parece que la mentalidad de crecimiento se puede aprender.
Otro consejo importante: si elogias a tu hijo (¡y deberías hacerlo!), elogia su esfuerzo, no sus habilidades. No digas "te fue muy bien en esa prueba, eres muy inteligente". Di "te fue muy bien en ese examen, has estado estudiando mucho para eso". Elogiar el talento y la inteligencia sugiere a los niños que estas son habilidades innatas que determinan su valor; en otras palabras, fomenta una mentalidad fija.
Enséñale también que los fracasos y los errores no son el fin del mundo. Nuestras habilidades y mentalidad relacionadas con una tarea en cuestión se pueden superar y mejorar . Dado que los niños aprenden la mayor parte de su comportamiento y visión del mundo de sus padres, la mejor manera de lograrlo es manejando tus propios fracasos con calma, sin amargura, sin histeria ni culpando a los demás.
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Regularmente se enfrentarán cara a cara con dificultades que vencer, pero también aprenderán a través de la experiencia que superar estos desafíos los hará mejores en programación, robótica o cualquier otra materia de su elección. Es importante para nosotros que los niños obtengan el conocimiento importante, que puede hacerlos exitosos en el mundo digital, en un entorno positivo, enriquecedor y rico en experiencias. ¡Nuestros cursos, campamentos y talleres esperan a los niños que desean crecer!
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